Cuando un
hombre (o una mujer) reconoce su pecado y se arrepiente de corazón, cambia su
modo de vivir y trata con honestidad de servirle a Jesús, aunque las cosas le salgan
temporalmente al revés, ya sea por cosas del “destino” o porque comete algún
error de criterio, digamos en los negocios o en sus relaciones con los demás,
por dar un par de ejemplos, no tiene que preocuparse mucho por su infortunio,
porque al que honestamente de corazón trata de servirle a Dios como mejor
puede, el Señor se encargará de arreglarle su camino y eventualmente los
errores, aunque sean horrores, serán utilizados por Dios para cumplir su
voluntad en esa persona que sincera y honestamente trata de servirle. La perfección vendrá en la eternidad, por
ahora tenemos que servirle de corazón y todo obrará para bien para los que así
le sirven.
viernes, 25 de enero de 2013
jueves, 24 de enero de 2013
La Súper Fe
Contrario a
lo que enseñan los proponentes de la “Súper Fe”, a veces estás más cerca de
Dios cuando pierdes todo lo que mucho valoras aquí en la tierra, como por
ejemplo, cónyuge (por muerte o separación), trabajo (por despido o disminución
de actividad), hijos (por muerte o porque eligen el mal camino), casa (por
ejecución o porque no tienes con quien disfrutarla), salud (por vejez,
enfermedad grave o achaques inusuales), o actividad ministerial (porque te dan
de codo por la razón que sea); ahí, en ese momento de aparente derrota, cuando
lo único que te queda es tu relación con Jesús, ese es el preciso momento en
que, si te agarras firmemente a Él, estarás mucho más cerca de hacer la
voluntad de Dios, y recibir tu recompensa, que cuando en los años de
prosperidad te regocijabas por todo lo bueno que Dios te había dado, pensando
que las bendiciones nunca menguarían y las disfrutabas poniendo sin querer tu
corazón en ellas y no en el que te las daba.
El “día malo”, si lo enfrentamos bien, a veces nos acerca más al Trono
de la Gracia.
miércoles, 23 de enero de 2013
Para qué pecar, si no vale la pena
Para qué pecar, si no vale la pena.
Es tanto lo que se pierde cuando se peca. Quédate cerca de Jesús y el te
fortalecerá.
lunes, 21 de enero de 2013
No te ofusques, ten fe y confía
No
inviertas mucho tiempo imaginándote cómo Dios proveerá para contestar tu
petición y satisfacer tu necesidad, para que no te ofusques en ello, sino más
bien invierte tu tiempo en buscar su rostro, obedecerle y hacer el bien a todo
el que puedas. Si así haces, pronto
verás su mano milagrosa en tu vida; entonces le adorarás, agradecido y
asombrado por la forma gloriosa en que intervino. No te ofusques, ten fe y confía, porque Dios
te ayudará de la manera que tú menos te imaginas.
La vida es difícil si no tenemos paz
La vida es
difícil si no tenemos paz; gracias a Dios por Jesucristo quien nos dejó y nos
dio su paz.
domingo, 20 de enero de 2013
Nuestra conciencia
Nuestra
conciencia es la linterna que Dios utiliza para alumbrar nuestro ser interior, para
que cuando por medio de nuestra
conciencia veamos lo que anda mal, lo traigamos a los pies de Cristo para su
pronta rectificación.
martes, 15 de enero de 2013
Cuando tú amas a un hijo
Cuando tú amas a un hijo tuyo
y has invertido tiempo en criarlo bien; le has enseñado a obedecerte, a
respetar a las personas mayores, a hacer sus asignaciones, a llegar a tiempo a
casa o llamar si se va a retrasar, a ayudar en los deberes de la casa, y ese
hijo, que a lo mejor anduvo algo indisciplinado por un tiempo anteriormente, se
ha convertido en un muchacho modelo del cual estás orgulloso, y de repente, así
de sopetón, comete una locura de las que hacía antes de someterse a tu
disciplina, tú te quedas patidifuso, y en vez de irritarte, porque aunque por
un momento quizás consideraste darle una bofetada por haber echado por la borda
tanta disciplina provechosa, tampoco tú quieres echar por la borda el tiempo
invertido en él, y en un gesto de amor, lo abrazas y le dices que no pasa nada,
que lo perdonas y que lo vas a ayudar a echar hacia adelante. Así mismo hace Jesús contigo cuando de repente tienes un percance, tropiezas, y
diriges humildemente tu mirada a Él, esperando en su misericordia; Jesús te
perdona, y sin decirte mucho más porque tú sabes bien que has hecho mal, te
estimula a seguir en la senda correcta.
Nunca dudes del amor y de la paciencia de Dios.
lunes, 14 de enero de 2013
La relación familiar
Si estás
enojado o molesto con alguien en tu hogar a tal punto que se ha afectado la
relación familiar, recapacita, porque podría ser que estés cayendo en la trampa del enemigo, porque él sabe que Jesús dijo que “una casa dividida
contra sí misma no prevalecerá”. Seamos
astutos y no caigamos en la trampa del enemigo. Si quieres vencer, ama, porque el
enemigo de tu alma detesta el amor. Dios
es amor.
domingo, 13 de enero de 2013
Los errores se pagan
Hay un
refrán del mundo que dice que los errores se pagan con lágrimas, sangre o dinero,
o una combinación de esas tres cosas, pero yo digo que la combinación perfecta
es sangre, agua y lágrimas, a saber: 1) la sangre de Cristo, 2) el agua del
bautismo del arrepentimiento, y 3) lágrimas espontáneas compelidas por un
corazón contrito y humillado. No hay
error ni pecado en el mundo que se resista al efecto limpiador de esa gloriosa
combinación.
Aunque las cosas aparenten estar yendo mal
Lo mejor de buscar el rostro del Padre, a través de su hijo Jesús, no es saber que puedo recibir todo lo que le pida, siempre y cuando no lo pida mal, sino que cuando busco su rostro sinceramente y de corazón, tengo el convencimiento en mi ser interior de que todo lo que haga tendrá un buen final, aunque las cosas aparenten estar yendo mal.
sábado, 12 de enero de 2013
Ellos también quieren creer
La mejor
herencia que les podemos dejar a nuestros hijos no es dinero ni propiedades sino
el ejemplo de haber amado consistentemente a Dios hasta el fin de nuestros días. Tus hijos que te observan verán, aprenderán,
y nunca olvidarán que papi, o mami, o ambos, amaron a Dios y fueron fieles a Jesús
hasta el final. Sabes, a tus hijos no
les interesa tanto que tú seas próspero.
Lo que más les interesa a ellos es que en la prosperidad, o en la falta
de ella, hayas sido fiel a Dios y les hayas dado un buen ejemplo amándolos a
ellos. A la hora de la verdad, tus hijos
quieren ver que tú crees en Dios y le amas sobre todas las cosas, porque eso
fortalece la fe de ellos, y ellos también quieren creer.
viernes, 11 de enero de 2013
Sucio difícil
Hoy me levanté temprano para buscar de Dios y aproveché, mientras meditaba y adoraba, para fregar un caldero en el que se había hecho arroz con gandules que se ahumó. Ya saben lo que eso implica; no solo había pegao ahumado, sino que debajo del pegao había una costra negra de arroz quemado que era “sucio difícil”. Decidí meterle mano poco a poco. Primero saqué el arroz ya ablandado, por haber estado en remojo, y lo eché en la basura para que no tapara el fregadero. Luego con una espátula de plástico, de las que uso para freír huevos, fui raspando poco a poco la costra negra que estaba bien dura. Lo que salía lo eché en la basura también. Finalmente, con mucho ahínco, fui dando estropajo, metiendo mollero, raspa que raspa. En el proceso, Dios tuvo un bonito detalle y me mandó un mensaje cuando sonó la campanita del celular y fui a ver qué era y alguien me había dejado un edificante comentario en uno de mis posts que coincidía con lo que ya Él me había estado ministrando. Seguí entonces con el caldero, dándole gracias a Dios. Increíblemente terminé. Me tomó tiempo, pero terminé. Cuando escurría el caldero noté que en la parte interior, por los lados, había residuos del arroz con gandules, que daban la impresión que el caldero estaba sucio. Decidí meterlo en el fregadero de nuevo, hasta que quedó totalmente limpio. Si no lo hubiese terminado de fregar por dentro, todo el que lo viese, hubiese pensado que lo fregué muy mal por los desperdicios que quedaron a los lados y todo el largo esfuerzo de quitar la costra negra y durísima, hubiese sido prácticamente en vano a los ojos que no vieron mi lucha. Además, me dijo Dios a mi corazón, que difícilmente alguien utilice un caldero que tenga residuos de comida a los lados. Llegue usted a sus propias conclusiones y aplique a su vida la moraleja que el Espíritu de Dios le ministre sobre la parábola del caldero.
jueves, 10 de enero de 2013
Ayúdanos Señor a guardar nuestro corazón
Señor, esta mañana mientras levantaba mis manos en adoración, sentí que el interior de mi pecho, esa parte de nuestro ser que solemos llamar “el corazón”, se elevaba al Cielo junto con mis manos, como si quisiera flotar fuera de mi ser y “subir” a ti. Jesús, estoy empezando a entender que todo lo que con sinceridad hagamos para honrarte y halagarte, queda ligado a nuestro corazón. Ayúdanos Señor a guardar nuestro corazón, porque de él mana la vida.
miércoles, 9 de enero de 2013
Fotos del pastel de chocolate
Lo que más
me preocupa de lo que veo de algunos de nosotros los que participamos en
Facebook, de los que confesamos amar a Dios, es que una reflexión profunda
sobre el amor de Dios y nuestro deber de servirle de corazón, con genuina
dedicación, es ignorada y pasada por alto, mientras que fotos de las zapatillas
deportivas que hemos comprado, o fotos del pastel de chocolate que estamos
comiendo, reciben cuchucientos “likes” y mensajes de apoyo. No es que las zapatillas deportivas y los
pasteles de chocolate sean malos, sino que nuestras prioridades a veces
demuestran que podríamos tener deficiencias de recursos espirituales para
lidiar con la adversidad cuando ésta llegue a nuestras vidas; es cuestión de
tener aceite en nuestras lámparas.
En la tranquilidad de la prosperidad
A veces se prueba más nuestra fe en la tranquilidad de la prosperidad que cuando estamos en medio de la adversidad.
Conectados a mi corazón
Jesús, a veces me da la impresión de que mis ojos están conectados a mi corazón, porque cuando temprano en la mañana me quebranto ante ti y lloro, las lágrimas que limpian mis ojos, cuando se secan, dejan mi corazón limpio también.
domingo, 6 de enero de 2013
Y tú te sientes estancado
Nunca pienses que Dios te ha abandonado
porque ves a otros prosperar y tú te sientes estancado. Apártate del mal, anímate, esfuérzate, levántate,
camina, sonríe, alaba y la victoria regresará a tu vida porque Dios siempre
respalda al que creyendo se aparta del mal y lucha, porque la lucha bien
intencionada usualmente es la mejor señal de fe que puede demostrar el hombre,
y la mujer, que cree.
El aparente triunfo terrenal
Pocas cosas
son más ilusorias que el aparente triunfo terrenal, incluso en cosas de la
iglesia, porque nos da un falso sentido de prepotencia que mella nuestra fe, en
vez edificarla. Cuando triunfamos en
nuestras empresas, ya sean éstas seculares o relacionadas con la iglesia,
pensamos que estamos bien, que Dios está con nosotros, pero la realidad es que
frecuentemente Dios está más cerca de nosotros cuando nos sentimos derrotados,
a pesar de estar buscándole, que cuando todo nos va bien y pensamos que es así
porque estamos haciendo las cosas correctamente. Lo más correcto que puede hacer un ser humano
ante la prosperidad es humillarse ante Dios y nunca pensar que su aparente
triunfo se debe a sus ejecutorias.
miércoles, 2 de enero de 2013
En el plano de los pensamientos
Pasar de un
año a otro es una ilusión que a veces adoptamos con alegría porque nos da la
oportunidad de un nuevo comienzo. La
verdad es, sin embargo, que podemos tener un nuevo comienzo cada día de
nuestras vidas si decidimos acercarnos más a Jesús y servirle con
sinceridad. ¿Por qué digo y repito tanto
“con sinceridad”? Porque a veces nos
engañamos pensando que porque nos congregamos en X o Y congregación ya le
estamos sirviendo y nos comportamos como siervos de Dios, sabiendo que no lo
somos. Servirle a Jesús va más allá de
congregarse y decir que uno es cristiano.
Servirle a Jesús conlleva una entrega total en alma, cuerpo, y
pensamiento, siendo esto último muy importante, porque en el plano de los
pensamientos se llevan a cabo, en privado, las batallas más profundas y
peligrosas que, si no las peleamos bien, nos llevan a sucumbir, aunque ante los
ojos de los demás aparentemos vivir en victoria.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)