sábado, 30 de agosto de 2014

Olvidaremos nuestras derrotas y malos ratos


Mantengamos nuestros ojos puestos en Jesús, porque cuando llegue la perfección olvidaremos nuestras derrotas y malos ratos.

Cuando uno se desvela


Lo mejor de ponerse a orar cuando uno se desvela en la madrugada, aparte de la bendición intrínseca de la comunicación con Dios, es que después de orar uno se duerme profundamente y descansa de verdad.

Resurrección


Cuando internalizamos la esperanza de resurrección que Jesús nos da, no le tememos a nada ni a nadie, porque lo peor que nos pueda pasar, la muerte, es precisamente el comienzo de la vida.

Triunfar


Más que desear triunfar, debemos desear obedecer.

jueves, 21 de agosto de 2014

Una joya


A veces nos maravillamos al ver lo bueno que fue Dios con Rut, una mujer viuda y desamparada, pero yo me maravillo también al ver lo bueno que fue Dios con Booz, al proveerle una joya como Rut.  La verdad del caso es que tanto Booz como Rut actuaron correctamente y Dios los premió a los dos.

domingo, 17 de agosto de 2014

Vivir del Evangelio puede ser bíblico

Vivir del Evangelio puede bíblico, dependiendo de cómo se viva de él. Incluso el apóstol Pablo lo aprobó, citando el conocido texto de no poner bozal al buey que trilla y mencionando que el obrero es digno de su salario.   De hecho, muchos cristianos anhelan trabajar a tiempo completo para el Señor, con muy buenas intenciones, aparte de que es una bendición trabajar entre cristianos y no estar sujetos a las presiones del mundo secular.  No obstante, si ministran bien, sus ministerios prosperan numéricamente y como consecuencia, monetariamente también, lo cual se puede convertir en una peligrosa tentación, principalmente para aquellos ministerios que son controlados por una figura carismática que se ha convertido en el centro de esa obra.  Por uso y costumbre, con raras excepciones, muchos de estos ministerios, especialmente los independientes, aunque no exclusivamente éstos, controlan todos los aspectos de la obra, incluyendo el financiero.  Ese control se convierte en poder y cuando ese poder se mezcla con el amor al dinero, surge una combinación letal que frecuentemente corroe el corazón de ese líder y lo lleva a la perdición.

Yo mismo por muchos años pensé, con tal de salirme del “rat race” de mi profesión secular, que hubiese sido muy bueno tener un ministerio económicamente productivo para vivir de la obra y a la misma vez ayudar a la gente, que, dicho sea de paso, pienso yo que es la manera en que comienzan todos, incluyendo a los que han desvirtuado el llamado por amor a las riquezas.  Por eso escribí, en el post inmediatamente anterior, que no tener la oportunidad de lucrarse del evangelio puede ser una bendición y una importante protección.  Quién sabe si yo mismo, si hubiese tenido la oportunidad de vivir del Evangelio, me hubiese corrompido siguiendo las riquezas fáciles de las ofrendas de los hermanos y hubiese terminado como un predicador del evangelio de la prosperidad.  El no haber tenido esa oportunidad ha sido, a mi modo de ver, una bendición para mi vida y una importante protección espiritual.