Servirle a Dios por interés económico

Servirle a Dios por interés económico es malo; a Dios se le sirve por amor.

El que ama no lucha por el poder

El que ama no lucha por el poder, porque sabe que el poder que se obtiene o mantiene por la fuerza corrompe.  El poder que se fundamenta en el amor del que lo tiene, y de aquellos sobre quienes se ejerce, es sanador, consolador y edifica a todos: al que dirige y a los dirigidos.

Vuelve a tus raíces, vuelve a la sencillez

Si te sientes abrumado por la inmensa variedad de ataques a tu fe en Cristo, ya sea por las múltiples versiones de las Sagradas Escrituras que proliferan, o por las variadas doctrinas que surgen casi a diario, o por hermanos que no se conducen como hermanos (entre estos tenemos los que se conducen desordenadamente y los que están en el lado opuesto, los que incluso en posiciones de liderato no demuestran amor ni la unción del Espíritu Santo en sus vidas, pero ostenta ser muy santos), vuelve a tus raíces, vuelve a la sencillez, despójate de todo lo que te estorbe para creer, amar y servir.  Haz lo que hacías al principio, retén lo que tienes con paciencia.  Cristo viene pronto y su recompensa con Él.

Como el piar de muchos pollitos

El Señor se da a respetar, pero no porque podamos ofenderle si le faltamos el respeto, sino para que corrijamos nuestros caminos y nos vaya bien.  Por más profundos que sean nuestros lamentos y ruidosa nuestra algarabía, aunque tengamos complejos argumentos y quejidos lagrimosos, todo lo que hagamos alzando la voz para que nos escuche con detenimiento es ante sus ojos como el piar de muchos pollitos y aunque no necesariamente lo convencemos con nuestros argumentos, siempre nos atiende con sencillez para cubrirnos con sus tierna alas, porque así es Dios, lento para la ira y pronto en perdonar.

Un corazón contrito y humillado

Tener un corazón contrito y humillado conlleva arrepentirse profundamente sin guardar en un rincón de la mente, o del corazón, la intención de volver a pecar cuando todo vuelva a la normalidad.

Un abrazo en el alma

Un abrazo en el alma, eso quiero sentir, un abrazo sincero que disipe el frío que deja la indiferencia de los que me debieron haber amado.  Abrázame Jesús y dime que tu abrazo basta.

La vida del cristiano es como la escuela

La vida del cristiano es como la escuela, mientras más pasan los años, más complejos son los exámenes y más se penaliza la falta de integridad.

El ministerio de los profetas

Hasta que no entendamos el ministerio de los profetas en los tiempos bíblicos y las razones por las cuales fueron perseguidos, y maltratados, no entenderemos bien cómo evitar las divisiones en nuestras congregaciones.

Hambre y sed de la verdad

Cuando uno habla o escribe la verdad desde lo mas profundo de su ser, con honestidad y sinceridad, el que escucha o lee lo sabe, si escucha o lee con interés genuino y tiene hambre y sed de la verdad.