Su gran amor por ti

Cuando te encuentres desesperado, o desesperada, porque no entiendas cómo puede ser que Dios permita que tantas cosas malas te pasen tan seguidito sin darte tiempo para tomar un respiro, cuando sientas en tu interior que todo lo que Dios permite que te pase es exageradamente inusual y atormentador, cuando las coincidencias negativas no cesen de acontecer en tu vida, cuando veas a los que no aman a Dios prosperar, pero tú no, cuando la desolación te arrope porque no entiendes por qué Dios permite tanta calamidad en tu vida, cuando todas esas cosas te hagan dudar del amor de Dios hacia ti, ese es el momento en que tienes que borrar de tu mente todos los pensamientos negativos sobre Dios y simplemente concéntrate en la cruz, porque a mi modo de ver esa es la mejor manera en que Dios te comunica su gran amor por ti.

Llora, mujer llora

Llora, mujer llora, porque Dios sí te ama.

Religión sin vida

A veces pienso que la religiosidad hueca de algunas iglesias tiene como propósito primordial mantener a la mayor cantidad de personas posible apartadas de una relación dinámica con Jesús, el dador de vida.  Por eso nosotros los creyentes tenemos que mantenernos amando y dando el ejemplo, para que todos vean que hay una alternativa a la religión sin vida.

No hay lágrima

No hay lágrima que con sinceridad se derrame ante la presencia de Dios que sea en balde.

Nuestras oraciones y nuestras lágrimas

Nuestras oraciones y nuestras lágrimas, cuando se funden en una plegaria sincera, pueden lograr muchísimo más de lo que nos podemos imaginar.

Hay quien se aferra

Hay quien se aferra a sus logros, hay quien se aferra a la familia, hay quien se aferra al prestigio, hay quien se aferra a su ministerio, hay quien se aferra al poder, hay quien se aferra a su imagen, y hay quien se aferra a lo que los demás piensan, pero yo me pregunto: ¿por qué aferrarse a esas cosas que son pasajeras?  ¿No será mejor que nos aferremos a lo que permanece para siempre?

Presumir de pobreza o de riqueza

Si estás “pelao” y se lo dices a la gente, la gente no te cree; si tienes dinero y se lo dices a la gente, tampoco te creen.  Mejor cállate, vive tu vida modestamente y ayuda a todo el que puedas ayudar, cualquiera que sea tu situación, porque presumir de pobreza o de riqueza, a ningún sitio bueno te suele llevar.

De Su mano con un fin

Nunca, en mis cuarenta y tantos años en Cristo, había estado tan convencido de que Dios me dirige y lleva de Su mano con un fin. Así como mis pruebas las he pasado solo, con mi esposa e hijos, las victorias las estamos viviendo en familia también.