A veces cuando Dios nos lleva por el
camino largo, especialmente en relación con algo que queremos mucho y sobre lo
cual le hemos pedido sin cesar, si nos quiere enseñar una profunda lección para
forjar nuestro carácter, nos va dando milagros a través de nuestro peregrinar
para que sepamos que Él es quien nos dirige, pero nos deja a la puerta de la
victoria varias veces, hasta que haya terminado lo que nos quiere enseñar. En esa última etapa, es crucial que nos concentremos
en evitar la queja y, sobre todo, en evitar la soberbia y la rebelión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario