Estos días navideños que para muchos
traen mucha alegría, principalmente por el toque cultural, en sí lo que hacen
es intensificar los sentimientos que tenga cada cual; si estamos alegres, nos
alegramos más, y si estamos tristes, nos entristecemos más. Por eso debemos estar pendientes de la
condición de nuestro hermano, para poder ofrecer una palabra de aliento, una
ayuda económica, de ser necesario, o quizás orar con esa persona para que Cristo,
la verdadera Navidad, se haga real en su vida y le consuele.
miércoles, 23 de diciembre de 2015
domingo, 1 de noviembre de 2015
De poco nos valen
Podemos navegar, y bañarnos en, el Mar de Galilea, podemos tocar la roca
bajo el Calvario, podemos orar y llorar en el calabozo de Caifás, en el cual
Jesús pasó un día en espera de la ejecución de su sentencia, podemos ver, y
andar en, el Monte de las Beatitudes, podemos aprender y hablar el idioma de
Jesús, podemos llorar en el Getsemaní al acordarnos de sus horas de angustia,
podemos decirle a Jesús con sinceridad que queremos ser como Él y que estamos
dispuestos a seguirle hasta el fin, pero si no amamos al prójimo, a nuestras
familias y a nuestros hermanos en la fe, de poco nos valen nuestras lindas
experiencias y nuestros buenos deseos.
jueves, 10 de septiembre de 2015
Hoy tuve una experiencia bonita
Hoy tuve una experiencia muy bonita, que quiero compartir. Tuve un cierre esta tarde en un pueblo de la isla que se suponía que fuese a las 3:00 pm, pero que terminaron la parte del banco cerca de las 4:30 pm., porque hubo otro anterior que se atrasó. Aunque la tardanza no era culpa mía, traté de limar asperezas, pero no hizo falta, porque la clienta estaba tranquila. Era una madre soltera que llevaba 19 años de divorciada y había criado a sus hijos a pulmón. Noté que tenía una cicatriz en el cuello, pero no hice pregunta alguna por discreción. A golpes mi mujer me ha enseñado a ser un poco más discreto. Vamos aprendiendo. Todo el tiempo estuve pendiente de la oportunidad para hablarle del Señor, la cual llegó. Cuando dijo algo relacionado con el tema espiritual, le pregunté si era cristiana. Me dijo que era católica, y apretando los labios casi como un “duck face” de las fotos de las chicas en Facebook, meneando suavemente la cabeza de lado a lado y elevando sus hombros levemente, me dijo con impresionante y sincero sentimiento: “Soy católica, pero soy practicante, y amo a Cristo con todo mi corazón.” Hablamos del Señor durante un rato en un ambiente de tanta comunión que ni en mi propia denominación he encontrado con frecuencia. Resulta que es sobreviviente de cáncer y la cicatriz del cuello es simplemente el recuerdo de lo que en su momento pasó. Ella me contó que cuando se enfrentaba a su enfermedad, hace unos diez años, estaba un día llorando desconsoladamente en su cuarto. Uno de sus hijos, hoy adulto, pero que entonces tenía unos 12 años y era monaguillo, entró y le dijo: “Mami, el domingo entrego la sotana, porque tú siempre me has enseñado a ser fuerte y a tener fe, pero ahora me estás diciendo con tu desconsuelo que no vale la pena creer.” Me contó ella que en ese mismo momento se secó las lágrimas, cambió su semblante, y comenzó su verdadera guerra de fe. Yo quedé impresionado con su testimonio. Todavía tiene otras batallas, pero aquella enfermedad aparenta haber sido vencida. No perdí la oportunidad. Le pregunté si ella podía orar con un evangélico. Su rostro brilló y me dijo que sí. Estiré mi mano, pues ella estaba al otro lado de la mesa, y sujeté la de ella con tres dedos y mucha discreción, porque algún empleado podía vernos y no quería dar lugar a una mala interpretación; entonces oramos, solamente faltó que orara en lenguas y le impusiera manos, pero eso hubiese sido un “overkill”, debido a las circunstancias. El incidente fue glorioso y muy edificante para ambos. Pero de toda la experiencia, lo que más me edificó fue que ella, siendo católica, se condujo como la más ferviente creyente de una iglesia protestante, lo cual me confirma que no debemos edificar muros, sino puentes, y que no debemos juzgar, para que no seamos juzgados.
domingo, 28 de junio de 2015
La persecución de la iglesia
Así como la
persecución de la iglesia primitiva en Jerusalén llevó a los cristianos de
entonces a llevar el mensaje de la Cruz por todo el mundo conocido, la iglesia
moderna deberá prepararse para lo mismo.
Basta ya, pienso yo, de esforzarnos en edificar “mega churches” bajo el
pretexto de que éstas nos ayudarán a llevar el mensaje de la cruz por todo el
mundo mediante la “mega recaudación” de fondos. Basta ya de shows en el altar para entretener
a los asistentes en vez de dedicarnos a buscar de Dios en espíritu y en verdad
como se nos manda. Si la iglesia actual,
me refiero al segmento, que según mi criterio se ha descarriado, que se ha
sumergido en la ultra prosperidad, enfatizando el entretenimiento sobre la búsqueda intensa de Dios, no ha querido reconocer su error, Dios se encargará de persuadirlos. No veo mal un poco de persecución que nos
haga entrar en razón. Quién sabe si quizás
nos venga bien que tributen a las ofrendas millonarias destinadas a enriquecer
a un grupo de “pastores” inescrupulosos que a veces le hacen más daño al
Evangelio que bien. Si reaccionamos bien
a los ataques y respondemos como Dios nos pide, probablemente seamos más
efectivos, eficientes y eficaces en llevar el mensaje del Evangelio. De mi parte, estoy listo, “willing and able”,
como diría el Manco de Lepanto, para regresar al sistema de iglesias en los
hogares que tan bien le sirvió a la iglesia primitiva para llevar el precioso y
preciado mensaje de la Cruz.
sábado, 27 de junio de 2015
No nos debe extrañar
No nos debe extrañar la reciente decisión
del Tribunal Supremo sobre la legalización del matrimonio entre personas del
mismo sexo. Cuando entré a la Escuela de
Derecho en el año 1979 hacía apenas unos años que se había decidido el sonado
caso de Roe v. Wade, mediante el cual se legalizó el aborto en los EE UU, con
leves excepciones. Desde entonces han
muerto decenas de millones de niños en manos de inescrupulosos médicos, con el
consentimiento de sus madres y a veces con el de sus padres también. Se podría argumentar que el daño directo, e
indirecto, de esa decisión ha sido catastrófico, pero la vida ha seguido su
curso, incluso para los cristianos. La
iglesia, en vez radicalizarse por tan vergonzosa decisión judicial sobre el
aborto, se dedicó a predicar un diluido mensaje de prosperidad y buena vida,
aunque siempre Dios mantuvo un remanente fiel que proclamó el Evangelio como
debe ser. Esta vez probablemente no sea
muy diferente, aunque vislumbro un leve matiz más adverso, por la militancia de
los ganadores. Querrán que se acepte el
mensaje de “igualdad”, tratando de llevar el péndulo al otro extremo. Ahora nos tocará el turno a los que
reclamamos nuestro derecho a creer como bien nos parezca sin que nos obliguen a
aceptar el modo de vida de los demás. He
ahí el punto de principal controversia a mi modo de ver.
Antes de la decisión ya se obligaban a
jueces a casar a parejas del mismo sexo e incluso se amenazaban a algunas
escuelas cristianas con quitarles fondos
si no aceptaban a maestros homosexuales en sus planteles y nos obligaban a
aceptar otras cosas que iban directamente en contra de la conciencia del
cristiano. Por eso pienso que el efecto
de esta decisión será mucho más complejo que el de Roe v. Wade, porque en
términos generales a nadie se le obligaba a abortar, mientras que ahora se
pretende obligar a aceptar y permitir que incluso se adoctrine a nuestros hijos
para aceptar como buena una conducta que los cristianos consideramos que puede
afectar el destino eterno de quienes la adopten.
En resumen, no nos debe extrañar ni la
decisión sobre el aborto ni esta reciente decisión sobre el matrimonio de
personas del mismo sexo. Este mundo
caído y vendido al pecado tiene su dios y ambos serás juzgados. Dios nos ofrece su Gracia a través de la fe
en Jesús para que escapemos del juicio venidero. El fin se acerca. Nuestro deber principal es predicar el
Evangelio de Jesucristo a tiempo y fuera de tiempo. No debemos pretender llevar a cabo cambios
que van en contraposición a lo profetizado, porque eso podría ser un ejercicio
fútil y hacernos quitar nuestra mirada de nuestra principal encomienda, a
saber: predicar el Evangelio a toda criatura.
Defendamos nuestros derechos, por supuesto, pero con el principal
objetivo de tener paz para predicar, que debe ser nuestra prioridad en esta
tierra. Después de todo, el reino de nuestro Señor no es de este mundo
y no debemos pretender vivir aquí como si estuviésemos allá.
domingo, 26 de abril de 2015
Cuando no hay razón para el vituperio
Cuando no hay
razón para el vituperio, es mejor ser perseguido, que perseguir, silenciado,
que silenciar, aborrecido, que aborrecer, y menospreciado, que menospreciar,
porque quien sin razón recibe el vituperio, suele ser también quien al final
recibe la honra de parte de Dios.
sábado, 25 de abril de 2015
Por favor no me dejes
Dios, tú que me
has traído hasta aquí, para llevarme hasta allá, sigue conmigo y por favor no
me dejes.
Adoramos lo que nos proveyó
A veces adoramos a
Dios intensamente hasta que nos provee lo que queremos y creemos que
necesitamos, entonces, una vez satisfechos, adoramos lo que nos proveyó.
jueves, 23 de abril de 2015
Pelear fuertemente nuestras batallas
Con el pasar de
los años he notado que en vez de que peleemos fuertemente nuestras batallas, Dios
prefiere, salvo pocas excepciones, que nos estemos tranquilos y dejemos que Él las pelee por nosotros, por una sencilla razón: Él lo hace mejor.
Le echan tierra encima a ese corazón
Cuando el corazón
del hombre es transformado por Dios, y sus enemigos por envidia le echan tierra
encima a ese corazón para dañarlo, Dios hace que esa tierra mal intencionada
sirva para alimentar las plantas que nacerán de las semillas de justicia
sembradas en ese transformado corazón.
Tribulación que puede llegar a destruirnos
Una larga y fuerte prueba
disciplinaria logra su cometido si cambiamos nuestra conducta a tono con lo que
Dios nos pide; de lo contrario, esa prueba se puede tornar en una larga y
fuerte tribulación que puede llegar a destruirnos.
Para convencer a una persona de su error
Cuando las palabras
sensatas y el amor no son suficientes para convencer a una persona de su error,
déjale el asunto a Dios, que Él tiene mucho poder de convencimiento.
Si ayudas a los demás
Si ayudas a los demás y
esperas que te lo agradezcan y reciproquen, probablemente serás defraudado
frecuentemente, porque casi todos los seres humanos somos para esas cosas
olvidadizos, pero si los ayudas porque eres consciente de que eso es lo que
Dios espera de ti, jamás serás defraudado, porque Dios pagará tus buenas obras
con creces, aquí y allá.
viernes, 17 de abril de 2015
Cuando se trabaja con la conciencia limpia
Cuando se trabaja con la conciencia limpia se produce más.
jueves, 16 de abril de 2015
Un capricho pasajero
No te arriesgues a perder la paz que Dios
te ha dado por satisfacer el impulso de un capricho pasajero.
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