De mis errores he
aprendido mucho, pero no necesariamente lo que algunos pensamos que se aprende
de ellos. Por ejemplo, en mi caso, más que aprender a evitar cometerlos de
nuevo, lo cual sin duda es importante, he aprendido a comprender, tener
misericordia de, y ayudar a, otros que los cometen. A mi modo de ver, esa
actitud de comprensión y misericordia hace más por nuestra relación con Dios
que presumir de que somos muy rectos por lo mucho que hemos aprendido de
nuestros errores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario