jueves, 16 de octubre de 2014

El dolor de una estrepitosa caída


No hay colegio privado prestigioso que nos eduque en nuestra juventud, ni universidad “cachendosa” a la cual asistamos después, ni consejos que nos puedan dar los sabios y entendidos, que puedan sustituir las enseñanzas de los golpes que nos da la vida.  A veces el dolor de una estrepitosa caída nos enseña más que la mejor de las universidades.

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