sábado, 9 de febrero de 2013

Cuando los caminos del hombre agradan a Dios

Cuando los caminos del hombre agradan a Dios, la paz regresa a su vida. No solamente la paz que tuvo de recién convertido, sino también la paz que tuvo de niño. Esa paz que le daba la confianza en sus padres, cuya confianza ahora ha puesto en Jesús. Dios quita del corazón del hombre que le agrada el temor al fracaso y la desolación; Dios incluso quita el temor a la soledad.

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