martes, 5 de febrero de 2013

Más allá de las apariencias

A veces cuando hacemos un esfuerzo para cumplirle a Dios de corazón, a pesar de no sentirnos en óptimas condiciones físicas y mentales (ya sea por cansancio, enfermedad o tribulación), tal esfuerzo, aunque aparente ser poco productivo, tiene más mérito ante el Trono de la Gracia que nuestra adoración en condiciones normales, porque Dios cuando nos evalúa va más allá de las apariencias y forma exterior de nuestras acciones.

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