Dios, en su
inmenso amor, puede ver más allá de tu pecado y escudriña tu corazón para
determinar quién tú eres y cómo se relaciona contigo. Lo que Dios no suele hacer es obviar tu
pecado permanentemente, porque en algún momento de tu vida tienes que apartarte
del mal, sabiendo que Él te ofrece ayuda, consideración y poder para
vencer. Aunque Dios es misericordioso y
paciente, debemos tener claro que sin santidad “nadie verá al Señor.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario