sábado, 24 de mayo de 2014

Mis pies resbalaron y por poco fallezco

Mis pies resbalaron y por poco fallezco, pero, estando postrado, clamé a Él y me escuchó, levantándome del suelo poco a poco para que no me confiara demasiado y volviese a caer.  Como si haberme levantado con su poder fuese poco, pasó Su mano por mi frente y me acarició con ternura, dejándome saber en mi interior que su amor por mí en nada cambió como consecuencia de mi resbalón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario