Nosotros los cristianos debemos cuidarnos
de no menospreciar el poder del enemigo cuando estamos en victoria, porque en
ese momento de euforia porque todo va bien, podemos descuidarnos y caer. Por eso a veces, cuando se recibe una
importante noticia que uno anhela recibir, puede ser mejor irse a orar, que
irse a celebrar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario