Pienso que una de las más
claras señales de avaricia en un cristiano se manifiesta cuando le cree al
predicador que le incita a sembrar dinero “en el ministerio del que predica”
para ser prosperado abundantemente aquí en la tierra. Para mí, es más importante
darle desinteresadamente al pobre, aunque al final nosotros también muramos en
la pobreza.
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