Los fuertes, los
lindos, los ricos, los poderosos, los muy reconocidos, los simpáticos, los
inteligentes y los espirituales, todos envejecen y mueren, al igual que los
pobres y débiles, pero a estos últimos Dios los ve con una simpatía particular,
especialmente si han creído en Jesús.
No hay comentarios:
Publicar un comentario