Dios puede hablarle al
hombre como Él quiera: por una pegatina en un carro, a través de un no
convertido o un compañero de trabajo, o quizás mediante un anuncio en la
carretera, incluso mediante una galletita de la fortuna (“fortune cookie”) de
Panda Express, pero yo creo que es mejor que nos acostumbremos a que nos hable
a través de su Espíritu Santo durante nuestro tiempo a solas con Él, siempre
filtrando y confirmando a través de las Sagradas Escrituras lo que entendemos
que nos ha dicho, porque Dios nunca nos hablará algo contrario a Su Palabra
escrita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario