sábado, 9 de agosto de 2014

Le pediste al Señor que te hablara

Le pediste al Señor que te hablara claramente sobre Su voluntad para tu vida, pero en vez de escucharle con claridad, porque no te habló como hubieses querido, pasaste por fuertes pruebas durante largos años; pero, en retrospección, de que hubiese valido que te hubiese hablado, si tu corazón no estaba preparado para entender e internalizar lo que Él te hubiese querido decir. Por eso, después de haber pasado por la zarza y el guayacán, comprendiste que todo tu sufrimiento Dios lo usó, cual experimentado labrador, para preparar la tierra de tu corazón, y valió la pena pasar por lo que pasaste, porque todas tus vicisitudes fueron usadas por Dios para que pudieses conocer un poquito más su corazón y el profundo amor que tiene por ti, demostrado en la cruz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario