Dios mío, Dios mío, cómo me ayudas, no lo sé, pero sí sé que estás a mi lado todo el tiempo. Milagro a milagro, poquito a poquito, todo se endereza. ¿Serán ángeles los que me ayudan?, ¿será tu Espíritu que interviene directamente conmigo?, sea lo que sea, estoy convencido de que tú me sostienes, enderezas mis caminos y corriges mis pensamientos para que poco a poco me parezca cada día más a Jesús, hasta que llegue el día de mi encuentro final contigo. Gracias Jesús, por tu cuidado continuo, gracias por tu Espíritu Santo que me consuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario