Que sabroso
es estar en el tope de la ola, desde donde todo se ve y la emoción nos hace
pensar que somos los reyes del mar, pero la ola siempre mengua y rompe en la
orilla donde el impacto a veces nos tumba y zarandea, separándonos de la tabla
de surfear, en esa orilla donde a veces hay piedras y arrecifes que nos hacen
olvidar lo mucho que disfrutábamos cuando estábamos en el tope de la ola y nos
obligan a clamar a Dios para poderlas esquivar.
Cuando estés en el tope de la ola, nunca olvides que la ola en su
momento romperá y que solamente aquél que sabe llegar bien al final sobrevivirá. La vida es un constante surfear.
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