miércoles, 2 de enero de 2013

En el plano de los pensamientos

Pasar de un año a otro es una ilusión que a veces adoptamos con alegría porque nos da la oportunidad de un nuevo comienzo.  La verdad es, sin embargo, que podemos tener un nuevo comienzo cada día de nuestras vidas si decidimos acercarnos más a Jesús y servirle con sinceridad.  ¿Por qué digo y repito tanto “con sinceridad”?  Porque a veces nos engañamos pensando que porque nos congregamos en X o Y congregación ya le estamos sirviendo y nos comportamos como siervos de Dios, sabiendo que no lo somos.  Servirle a Jesús va más allá de congregarse y decir que uno es cristiano.  Servirle a Jesús conlleva una entrega total en alma, cuerpo, y pensamiento, siendo esto último muy importante, porque en el plano de los pensamientos se llevan a cabo, en privado, las batallas más profundas y peligrosas que, si no las peleamos bien, nos llevan a sucumbir, aunque ante los ojos de los demás aparentemos vivir en victoria.

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