miércoles, 5 de febrero de 2014

Nuestra patria

El Evangelio fue diseminado por el mundo debido en gran parte a la persecución que sufrieron los hermanos de la iglesia primitiva en Jerusalén.  Nosotros debemos vernos como peregrinos en esta tierra y no aferrarnos a un terruño en particular, sino más bien estar receptivos a la voz de Dios quien quizás quiera que llevemos el mensaje del Evangelio en otros países.  A mi modo de ver, nuestra patria celestial debe ser más importante que nuestra patria terrenal, sin menosprecio a esta última, por supuesto.

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