domingo, 16 de febrero de 2014

Un rayo divino con respuesta del Cielo


Por ahí viene la victoria, la siento en mi pecho, en mi corazón, en mi mente, en todo mi cuerpo, en mi alma, en mi espíritu, viene contundente de parte de Dios y nadie podrá detenerla, porque viene del Cielo como el relámpago que se abre paso en el espacio y solo da tiempo para contemplarlo con asombro y admiración, hasta que el rayo toca tierra y el trueno nos avisa que ya llegó.  Cuando se espera un rayo divino con respuesta del Cielo, el consecuente trueno no da miedo, sino que es motivo de alegría y celebración.

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