Para amar a Dios tenemos que creer en Jesús y creer
a Jesús. Creemos en Jesús cuando en
nuestro corazón estamos convencidos de que Él es el hijo de Dios, quien murió
por nuestros pecados, y creemos a Jesús cuando, entre otras cosas, amamos a
nuestros hermanos, porque Él nos dio un nuevo mandamiento: que nos amemos los
unos a los otros. Si no nos amamos,
estamos demostrando que no le creemos, o quizás peor aún, que no nos importan
mucho sus palabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario