miércoles, 25 de diciembre de 2013

Hoy ha sido un día para meditar


Hoy ha sido un día para meditar.  No podemos decir que es un día de alegría, porque para muchos ha sido un día de profunda tristeza y melancolía, porque la Navidad aumenta la alegría del corazón alegre, pero también suele aumentar la nostalgia y melancolía del que está triste.  Por tanto, con humildad se deben gozar los alegres en un día como hoy y con resignación y fe pasar el trago amargo los alicaídos.  Todos debemos orar y sostener al que hoy está melancólico porque añora los días felices de prosperidad y unión familiar, mostrando hacia él, o ella, comprensión y profundo cariño en el Señor.  Así las cosas, si estás alegre disfruta y si estás triste haz oración y ten paciencia, porque de seguro tu tristeza también pasará, ya que siempre que la marea sube, luego baja.

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