sábado, 14 de diciembre de 2013

Para poder asirnos con mayor certeza de tu gran misericordia

Cuando a veces me sorprendo a mí mismo pensando en, e incluso hablando de, las debilidades, defectos o pecados de otros cristianos, ya sean laicos, líderes o maestros, no me queda más remedio que, siendo honesto conmigo mismo y porque le temo a Dios, mirarme a mí mismo y casi siempre encuentro que yo he cometido la misma falta, o una equivalente, a la que en mis pensamientos, e incluso con mis labios, critico de los demás.  ¡Ay, Señor, cuán importante es que nos autoevaluemos con honestidad para poder asirnos con mayor certeza de tu gran misericordia!

No hay comentarios:

Publicar un comentario