Hoy ha sido un
día de mucha alegría, aparte de la bendición recibida el viernes y hoy en el retiro
BOA Camp, los dos días que pude asistir debido a que ayer falté porque tuve
clases en el Seminario. Esta noche Ciro Manasés tuvo juego de fútbol
(balompié) en la liga Metro, donde juega como defensa. Su equipo este año es verdaderamente malo,
habiendo perdido todos los partidos, 4-1, 5-0, y resultados por el estilo. Ceci llevó a Álvaro a su partido de la 1:30
pm y yo a Ciro a su partido a las 6:40 pm.
Antes de llegar, sugerí que hiciéramos una oración para que Dios lo ayudase
en el partido, le diese mente clara y buena actitud. En la primera mitad el otro equipo metió un
gol precioso. El chico que anotó lo hizo
verdaderamente bien y, como es muchas veces la costumbre, se dio con el puño de
la mano derecha cerrado en el pecho, por su gran logro, a modo de
celebración. En la segunda mitad, nadie metía
un gol. Los padres que estábamos allí
para apoyar a nuestros hijos estábamos sorprendidos de que solamente estuviésemos
perdiendo por un gol, 1-0. Faltando unos
cinco minutos, el equipo de Ciro Manasés fue víctima de un penalti. Para mi sorpresa, el entrenador, un
argentino, grita “Colo” y cuando miro, pusieron a Ciro a tirar el penal. Yo oré intensamente, pensando en la oración
que hicimos en el carro, porque sabía lo que eso significaba para mi hijo. Cuando lo tiró, fue un cañonazo y, voilá, el
balón entró en portería. Fue el primer
gol que Ciro mete en esta liga, este año, pues los defensas no suelen tener
oportunidades de tirar a portería. El
partido terminó empatado, un verdadero logro.
De regreso, en el carro, CM me dice: “Papi, quiero orar para darle
gracias a Dios por lo que pasó.” “Dale”,
dije yo, “ora tú”. Él oró con emoción y
yo no podía estar más contento, orando con él.
Cuando terminó de orar me dijo: “Papá, no sé si te fijaste, pero cuando
metí el gol yo levanté los dos dedos índices de mis manos, dedicándole el gol a
Dios.” Yo no lo había visto porque
estaba muy emocionado celebrando el gol, pero en ese momento me emocioné más,
mucho más.
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