Si eres cristiano
y entiendes que un hermano te ha hecho daño, no trates de destruirlo, porque tu
afán por corregir la situación a tu manera te podría afectar más a ti que a
él. Mejor deja el asunto en las manos de
Dios que hace justicia con perfección.
Quién sabe si tú también tienes asuntos que corregir y necesitas que
Dios intervenga en tu vida para enderezar tu camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario