jueves, 10 de octubre de 2013

Supersticiosos

Aunque profesamos ser cristianos, algunos somos altamente supersticiosos. Por eso frecuentemente abrimos nuestras Biblias al azar, o prendemos un programa cristiano en la televisión a ver si Dios nos dice algo, o llamamos a un hermano para conversar con él, o ella, a ver si en la conversación Dios le da una palabra para nosotros, o merodeamos en las librerías cristianas a ver si por “casualidad” nuestros ojos se posan en la portada de un libro que nos llame la atención porque habla de nuestra situación, y para colmo a veces hasta leemos los “fortune cookies” de Panda Express “con fe”, sin darnos cuenta de que lo que Dios quiere es que le busquemos y hablemos con Él diariamente en la intimidad de nuestro hogar, que leamos Su Palabra disciplinadamente y que dejemos de alimentar los deseos de la carne. Si hacemos esto último, el orden y la armonía llegarán a nuestras vidas con milagrosa naturalidad.

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