lunes, 25 de noviembre de 2013

Frecuentemente vivimos fingiendo

Frecuentemente vivimos fingiendo, vivimos jugando a que somos “cristianos” y no acabamos de entender cabalmente que Dios nos pide transparencia, honestidad, y verdad.  Lo peor de todo es que a veces actuamos como si creyéramos que quien gana el juego de fingir es el que se queda con todo y logra sacar del juego a los demás, cuando en realidad, en la vida cristiana (que dicho sea de paso no es un juego), ganamos todos cuando logramos la unidad en amor y verdad.  No en balde nos enseña el apóstol Pablo que “el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz”.

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