Malasia, Malasia,
Dios ha puesto su mirada en ti, en primer lugar porque te ama, y también porque
otros que te aman han intercedido ante Él por ti. Tú que amas a Malasia, verás lo que Dios hará
a través de su Santo Espíritu; su obra no será con riquezas ni con grandes
conexiones gubernamentales, sino a través de los corazones sinceros que dejarán
que su poder se manifieste mediante la humildad y la entrega total a Jesús de
Nazaret. Dios hará.
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