viernes, 9 de agosto de 2013

Apártate de mí

Llega el momento en la vida del cristiano que quiere servirle de verás a Jesús en que se le dice (desde lo alto, pero mediante una voz que sale de su interior) que para ser útil en el Reino tiene que despojarse de todo peso y del pecado que le asedia, de lo contrario se arriesga a ser otro más de los que juegan a servirle a Cristo, de los que se exponen a que en aquel día le digan, parafraseando a Mateo: “Apártate de mí, que nunca te conocí, hacedor de maldad.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario