El mundo, a
saber, la sociedad que habita todo el planeta Tierra, es un campo minado de
falsos mesías y falsos maestros de teorías espirituales fuera del cristianismo
que tienen como propósito lograr que no escuches ni vengas a Jesús. Luego, si te conviertes a Cristo, el mundo “cristiano”
es un campo minado de falsos profetas y falsos maestros que tienen como
propósito lograr que malentiendas y malinterpretes las enseñanzas de
Jesús. Si quieres servirle correctamente
al Maestro, debes mantener una buena relación con Dios a través de la oración, saturarte
del amor de Dios, saturarte de las escrituras, evitar concentrarte en el dinero
y los placeres de este mundo (“el mundo y sus deseos”) y dedicarte a llevarle
el mensaje de Cristo a los menos afortunados, ayudándoles de todo corazón, y
haciéndole el bien a todos, comenzando por la familia de la fe.
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