Si quieres
servirle a Dios de forma tal que Él te considere su siervo, procura no ofenderle
mediante una conducta que no sea sincera y genuina. De lo contrario, vivirás pensando que le
sirves hasta el día en que, si eres dichoso, Dios te demuestre que has vivido
falsamente creyendo que eres su siervo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario