domingo, 4 de agosto de 2013

Es preferible agradar a Dios

A veces idolatramos las cosas que construimos para adorar a Dios, cuando estamos muy orgullosos de ellas; no en balde Dios le reprochó a su pueblo que “la obra de sus manos adoraron.”  Me parece que es mejor aferrarnos a la sencillez, aunque recibamos menos gloria de los hombres.  Es preferible agradar a Dios.

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