A veces
pienso que Dios en su infinito poder puede hacerle sentir a una persona todo el
sufrimiento que le ha causado a otra persona injustamente y que en el juicio
final, a la hora de pasar evidencia cuando seamos juzgados por nuestras obras,
porque seremos juzgados por nuestras obras, la evidencia no necesariamente será
pasada documentalmente ni mediante una película, sino que Dios hará que el
perpetrador sienta en "carne propia", de modo explícito y quizás magnificado,
todo ese dolor que causó mediante su injusticia y la propia persona caerá bajo
la carga y convicción de su culpa, a menos que se haya arrepentido y enmendado
su abuso antes de morir.
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