sábado, 8 de septiembre de 2012

Cuando no tengas con qué

Jamás te entristezcas porque no puedes comprar algo que anhelas, porque puede ser que la escasez en un momento dado sea parte del plan de Dios para tu vida.  El cariño de un niño es más importante que una cartera Gucci, la sonrisa de alguien que te aprecia vale más que una sortija de Bulgari y el testimonio de un nuevo hermano que se emociona porque sintió a Dios por primera vez en su corazón no tiene precio.

3 comentarios:

  1. You have to take adverse economic conditions in strides. ¿Qué otra cosa podemos hacer? ¿Quejarnos? Naahhh...

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  2. Ivonne Tamayo Maseda18 de septiembre de 2012, 9:35

    Hay cosas totalmente pasajeras que no pueden calar en el alma...el amor de los nuestros, es algo que no tiene precio!! Usualmente, en las "vacas-flacas" Dios trabaja con nuestro carácter de manera mucho más profunda y duradera, porque es en esos momentos que somos más vulnerables a elevar la mirada al cielo y sopesar lo que verdaderamente es importante!!

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