viernes, 21 de septiembre de 2012

Para que te vaya bien

Cuando tengas mucho trabajo y no sepas por dónde empezar, detente en tus caminos y preséntate ante el Señor, pidiéndole sabiduría y dirección para organizar tu día.  La organización fructífera de tu día laboral comienza con la devoción a Dios en Espíritu y en verdad.  Si así haces, todo lo demás caerá en su sitio de manera sobrenatural y jamás te sentirás sobrecargado porque los milagros de Dios para el que le sirve como Él pide comienzan con el fluir de los asuntos en su vida cotidiana.  A eso es a lo que Dios se refiere cuando te pide que le obedezcas “para que te vaya bien.”

2 comentarios:

  1. Amen Ciro! Cuando buscamos "primeramente del reino de Dios y su justicia", todo lo demás cae en su lugar...mi experiencia personal es que Dios nos " estira" el día.

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  2. Me encanta la forma en que lo presentas, cuando dices que nos "estira" el día.

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