domingo, 16 de septiembre de 2012

El mejor antídoto

Hoy no fuimos al culto de nuestra iglesia porque teníamos una invitación a otra congregación a las 2:00 p. m.  Cerca del mediodía, mis hijos y yo -- Ceci regresa mañana -- nos fuimos a comer a Burbujas, en la avenida Esmeralda.  Ni les cuento lo que comimos, bueno, sí les cuento: bisté encebollado, carne frita, chicharrones de pollo y pechuga a la plancha, acompañado con arroz, habichuelas y tostones, con Coca Cola de dieta, por supuesto.  Terminamos casi a las 2:00.  Cuando salimos, Ciro Manasés me dice: “Acho, necesito una siesta.”  Yo automáticamente respondí: “¡Oye, sí, que rico!”  Álvaro, como si estuviese imitando a su tío Miguel, por la forma de hablar, espontáneamente dijo en voz alta: “¡Ese es el diablo!”  No puedo evitar acordarme de los años de estricto fariseísmo en la iglesia local, pero el muchacho quizá tenía algo de razón, quién sabe.  Probablemente el deseo de dormir la siesta era natural, por la hartera,  pero el enemigo quizás tuvo algo que ver con la tentación a irnos a dormir la siesta siendo conscientes de que teníamos la responsabilidad de asistir al culto, aunque ni mi hijo mayor ni yo consideramos seriamente la alternativa de faltar, lo nuestro fueron meras exclamaciones espontáneas.

Sabes, yo no creo que el tentador invierta mucho tiempo en incitarte a hacer cosas naturales que te bendigan.  Lo que él sí probablemente haga es incitarte, con cosas naturales, a violentar, o hacerte incumplir, con obligaciones y responsabilidades legales y espirituales.  El tentador no te va a tentar poniéndote el deseo de darle un beso a tu esposa, porque eso, en vez de perjudicarte, en condiciones normales beneficiaría la relación matrimonial, pero sí te va a tentar incitándote a codiciar los labios de otra mujer.  De igual manera, no te tentará incitándote a que duermas un rato más un sábado si no tienes nada urgente que hacer, porque a lo mejor incluso el descanso te haga falta, pero sí tratará de que decidas quedarte durmiendo cuando tienes una cita de trabajo importante.  ¿Es pecado llegar tarde a una cita?  No necesariamente, pero a través de los años he visto que el proceso de degradación de la personalidad del ser humano suele ser lento y paulatino.  Si te acostumbras a incumplir en cosas pequeñas, poco a poco tu personalidad va absorbiendo cualidades de dejadez que se incorporan a ti y vienen a formar parte de tu carácter, si no las atajas a tiempo.

Por eso es importante que adoptemos algún sistema de flexible disciplina.  Digo flexible porque no debemos acostumbrarnos a reglas de disciplinas estrictas que nos creen un cajón legalista que al fin y al cabo nos pueden llevar a al legalismo destructor.  Jesús ayunó 40 días, pero no era un sistema anual; de igual manera a veces oraba toda la noche, o se levantaba siendo aún muy oscuro a orar, pero no me parece que podemos inferir de lo escrito que oraba toda la noche todas las noches.  Pienso que debemos ser radicales en nuestra disciplina devocional y de servicio al Señor, estando dispuestos a levantarnos a las 2:00 a.m., si es necesario, para orar, pero no establecer rutinas que al fin y al cabo nos puedan hacer más daño que bien.  Por otro lado, tú disciplina devocional debe ser lo suficientemente radical como para evitar que te conviertas en un cristiano mediocre que no tenga acceso directo a la unción del Altísimo para recibir dirección espiritual en su vida.  Créeme, con los años he visto que raras veces Dios usa con poder a una persona de personalidad incumplidora, pusilánime e inclinada a la dejadez; de igual manera he visto que la disciplina espiritual, aunque sea relativamente flexible, es el mejor antídoto para esas cualidades que mellan el carácter y la personalidad del cristiano.

3 comentarios:

  1. Ciro, un verso q me viene a la mente es....

    Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor."
    Mateo 25:21

    Leer la Palabra, conversar con el Se#or, servir al projimo, devolver las primicias al Se#or, brillar y salar donde quieras q estes.... a veces no le damos la importancia q tienen en nuestra vida espiritual. Creo q no es la cantidad sino la calidad y concistencia lo que cuenta.

    Gracias Ciro! Dtb!!

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    1. Cierto Luis. Lo que cuenta es la calidad y la consistencia relativa, porque un día que fallemos en la rutina de nuestro devocional no daña la disciplina establecida, al igual que si oramos un día aislado, ello no quiere decir que ya tenenmos una disciplina efectiva.

      Gracias por tu aportación. DTB

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  2. Ivonne Tamayo Maseda18 de septiembre de 2012, 8:23

    Mi viejo amigo, esos tostones me hacen la boca agua!!...Una frase que has utilizado, no sé si reir ó llorar...porque ciertamente tuvimos etapas, hace décadas, de "estricto fariseísmo" donde genuinamente anhelabamos agradar a Dios... Verdaderamente esa línea de pensamiento, ya no tiene cabida para quienes hemos ido conociendo gradualmente el verdadero corazón de Dios... Estoy totalmente de acuerdo que debemos cultivar el sentido de responsabilidad, porque eso verdaderamente habla acerca de nuestro carácter ...

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