Hoy te
traigo una palabra de consolación. Que no se turbe tu corazón porque las cosas
te van mal ahora que has decidido servirle con sinceridad y devoción. A veces cuando las cosas nos van mal es
porque Dios, en contestación a nuestras peticiones, comienza a quitar de nuestras
vidas esas cosas que han estado obstruyendo nuestra relación con Él.
¿Cómo puedes saber cuál camino tomar y qué hacer cuando la cosa se pone difícil? Porque a veces nos sentimos que tenemos que hacer algo para evitar que nuestra barca se hunda. Escucha bien, sencillamente cumple con tus deberes cotidianos, comenzando por acercarte a Él en oración y estudio de La Palabra diariamente y luego haz lo que tienes que hacer en orden de sencillez, para que vayas tomando confianza y tengas sentido de logro: lava, friega, paga tus deudas si tienes con qué, trabaja, cumple con tus citas, sonríele a todo el que puedas y ayuda al necesitado; no te irrites con los que te rodean y mucho menos con los tuyos. Trata de mantener tu hogar en orden para que tengas paz cuando mires a tu alrededor; el desorden suele deprimir.
¿Cómo puedes saber cuál camino tomar y qué hacer cuando la cosa se pone difícil? Porque a veces nos sentimos que tenemos que hacer algo para evitar que nuestra barca se hunda. Escucha bien, sencillamente cumple con tus deberes cotidianos, comenzando por acercarte a Él en oración y estudio de La Palabra diariamente y luego haz lo que tienes que hacer en orden de sencillez, para que vayas tomando confianza y tengas sentido de logro: lava, friega, paga tus deudas si tienes con qué, trabaja, cumple con tus citas, sonríele a todo el que puedas y ayuda al necesitado; no te irrites con los que te rodean y mucho menos con los tuyos. Trata de mantener tu hogar en orden para que tengas paz cuando mires a tu alrededor; el desorden suele deprimir.
Repito, si el dinero no te da, no te preocupes,
haz lo que puedas con lo que tienes; puede ser que Dios esté estirando la
prueba para que crezcas en fe. La fe es
como un músculo que se ejercita: primero duele y luego crece. Acuérdate que Dios te prometió suplirte. Dale una oportunidad para que cumpla. Espera un milagro, pues esa es su
especialidad; no los hace para lucirse, sino para que crezcas en fe.
Tu primera oración: "hoy te traigo una palabra de consolación" simplemente me cautivó!! ... Hay pruebas que van mucho más allá de lo económico...que nos "develan" nuestra impotencia... pero mucho más allá de nuestras limitaciones humanas ante aquello que nos afecta hasta los tuétanos, está Dios esperando que le creamos a El...Gracias por esta bella reflexión! Un fuerte abrazo a tí y los tuyos!♥
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