Aunque te abandone quien más se supone que te
quiera, con todo y eso Dios nunca te abandonará. Si crees eso, debes mantener tu cabeza en
alto y así repelerás toda insinuación de que debieras sentir vergüenza, que de
los enemigos las esperamos, pero a veces también vienen de los amigos. Sí, amigos, porque suele ser que los amigos
son los que más te rechazan si piensan que Dios te ha desechado e insinúan que
te debieras sentir avergonzado por caer “derrotado” después de tantos años
proclamando a los cuatro vientos que Dios prospera y es fiel, lo cual a su vez
es corolario del frecuente pensamiento de que algo muy malo debes haber hecho para
que te hubiese pasado lo que te pasó, como si hubiese uno solo de nosotros que
nunca haga algo malo.
Repito, debes mantener tu cabeza en alto,
porque es tu fe en los momentos de aparentes derrotas lo que precisamente
avergonzará a los que sin querer queriendo se regocijan en tu mala fortuna,
como si tu degradación implicara una promoción para ellos en su status social
relativo. Sí, tu ecuanimidad en los
momentos de dolor y abandono, le demostrará al mundo que tú confías en Uno que
nunca te abandonará; cuya ecuanimidad a la vez confirmará que Dios te está
respaldando, porque es Él quien te la otorga, y esos que te rechazan tendrán
envidia (y no es que tú lo desees, pero la tendrán), porque ellos mismos, a pesar de su
aparente victoria, anhelan profundamente tener la relación con Dios que tu
tienes, aun estando casi derrotado, según evidencia tu resistencia espiritual
en esos tristes momentos de infortunio.
Espera en Dios y confía, porque si así haces
veras su bondad aquí en la tierra.[1]
Tus palabras son muy alentadoras, aunque fuimos creados para ser recíprocos en el amor...En el N.T., innumerables veces se menciona "unos a otros"....pero ante la dura realidad, siempre es un bálsamo saber que nada nos puede separar del amor de Dios...
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