viernes, 3 de enero de 2014

Nunca humilles ni abuses emocionalmente de una persona

Nunca humilles ni abuses emocionalmente de una persona para adelantar tus agendas personales, aunque en tu mente te hayas convencido de que lo haces por el bien colectivo, porque las heridas emocionales a veces hacen más daño que la heridas físicas y eso Dios lo ve; acuérdate siempre de que Dios es muy susceptible al dolor emocional de todo aquel que a Él clama.

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