viernes, 24 de enero de 2014

Pensar intensamente en tus problemas

Pensar intensamente en tus problemas y, en el afanoso proceso, intercalar uno que otro pensamiento dirigido a Dios presentándole tu situación con la esperanza de que te escuche, no suele ser orar; orar es sacar un tiempo en un lugar específico, preferiblemente apartado de todo bullicio, para buscar su rostro y presentarte ante Él con el fin de relacionarte y acercarte más a Él.  Si lo haces así, los problemas eventualmente huirán, porque basta la presencia de Dios en tu vida para que todas tus cosas se ordenen.

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