A veces
pensamos que un hermano tiene algo contra nosotros porque nos pasa por el lado
en la iglesia y no nos saluda, pero la realidad puede ser que se comió una pizza
que le cayó mal y está tratando de digerirla.
A veces pensamos que un hermano es hipócrita porque dice que nos ama y
no nos llama cuando estamos en cama con un catarro, pero la realidad es que el
hermano puede estar pasando por una situación peor que la nuestra y quien debiera
llamarlo a él somos nosotros.
Frecuentemente pensamos cosas que son diametralmente opuestas a la
realidad, y si no nos aplicamos el mandamiento de no juzgar, puede ser que nos
vaya mal, muy mal. Dios nos da su palabra
para protegernos, para que la apliquemos y nos vaya bien.
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