domingo, 7 de octubre de 2012

Una de las más miserables de las tentaciones

Cuando te vaya mal en el ámbito económico y de repente tengas la oportunidad de convertir tu ministerio en una máquina de producir dinero, recapacita, porque podrías estar siendo probado y si conviertes lo que se te dio por gracia en una fuente importante de lucro, podrías estar a punto de caer en una de las más miserables de las tentaciones, la cual cuando caes en ella se convierte en modo de vida y te ciega.  Esa destructora tentación, convertida en sutil pecado, empeora cuando para justificar tu caída se lo enseñas a los demás.   Entonces, el  pueblo necesitado, cuando te sigue, en vez de confiar en Dios, se entrega a la raíz de todos los males.

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