Siempre he visto con recelo a todo cristiano, líder o no líder, que se proyecta como perfecto en sus ejecutorias, porque es muy probable que sus grandes errores, por no decir pecados, frecuentemente sean guardados en secreto, pues ingenuamente piensan, consciente o inconscientemente, que, si la gente no se entera, tales errores no tendrán consecuencias en sus vidas. Pero, se olvidan de que Dios lo ve todo y de que no hay nada oculto que en su momento no sea manifiesto. El que confiesa su pecado, y se aparta, alcanzará misericordia; así que es mejor que te arrepientas a tiempo, antes de que Dios te llame a rendir cuentas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario