A veces
pensamos que no podemos vivir sin nuestra pareja; que no podemos vivir sin
nuestros hijos; que no podemos vivir sin nuestro trabajo; que no podemos vivir
sin nuestra congregación; y que no podemos vivir sin nuestros amigos. De repente, nuestra pareja deja de estar a
nuestro lado; nuestros hijos se van o nos premueren; hemos perdido nuestro
trabajo; nuestra congregación dejó de ser porque evolucionó; y nuestros amigos
ya no están en nuestras vidas. Pero a
pesar del dolor y el desgarre del corazón, sobrevivimos, porque el espacio que
vacío quedó, ahora lo llena Dios. Una buena
e intensa relación con Dios puede sanar cualquier herida que haya dejado la pérdida
de un cónyuge, de un hijo, de un trabajo, de una congregación, o de tus mejores
amigos, porque Dios es amor y el amor sana todas las heridas.
Hay procesos de sanidad que toman largo tiempo....por la magnitud.... Ciertamente Dios tiene el poder para sanar todo, absolutamente todo....pero, Dios también se vale del amor de los "unos a otros" para traer sanidad...
ResponderEliminarAsí mismo es Ivonne. Por eso es tan importante que nos amemos los unos a los otros.
Eliminar