miércoles, 17 de octubre de 2012

Cuando confías en Dios, todo fluye

Mientras más confías en Dios, menos te ofuscan tus planes, menos te ofuscan las alternativas disponibles para actuar, menos te ofuscan los detalles de tu futuro, menos te ofuscas en cómo buscarte el pan, menos te ofuscas con los que te persiguen, y más disfrutas del cariño que recibes y puedes dar a los tuyos y, sobre todo, más te deleitas en Dios, en su Palabra y en cómo agradarle. Mientras más confías en Dios, menos tienes que cavilar sobre tu destino, porque te dejas llevar por el corazón, después de haberte llenado de Su presencia y saturado de Su Palabra. Cuando confías en Dios, todo fluye.

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