martes, 2 de octubre de 2012

De poco sirven

De poco sirven los pensamientos del hombre si su espíritu no es iluminado por el Altísimo.  De poco sirve clamarle al Altísimo si no se hace en espíritu y en verdad.  De poco te sirve decir, e incluso pensar, que amas a Dios, si no amas a tus hermanos en la fe.  De poco sirve trabajar para tu congregación, si ignoras a tu familia y la tienes casi abandonada.  De poco sirve dar mucho para la obra de Dios, si tienes a  tus padres abandonados en la pobreza.  De poco sirve ir a todos los cultos puntualmente, si no sacas tiempo para por lo menos llamar frecuentemente a tus padres.  De poco sirve tener muchos planes para la obra de Dios, si no ordenas tu vida devocional.  De poco sirve pensar, si tus pensamientos no se materializan en acciones buenas y poco valen esas acciones… si no se llevan a cabo para la Gloria de Dios.

2 comentarios:

  1. Ivonne Tamayo Maseda2 de octubre de 2012, 9:30

    Mi hermano Ciro, tus palabras son verdaderamente ciertas, porque Dios vé mucho más allá de nuestros actos, y El vé el amor o la falta de... Hay que hacer las cosas correctas, por las motivaciones correctas y ocuparnos de las verdaderas prioridades que mueven el corazón de Dios... como lo son la misericordia y la dedicación a los nuestros primeramente...A veces equivocamos las prioridades y dejamos de ser luz, porque donde hay abandono sea emocional, o de cualquier índole, a quienes verdaderamente deben ser nuestra prioridad, entonces no podemos crecer en Dios, porque Dios es amor. Te felicito de corazón por esta excelente reflexión!!

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    1. Si tú supieras Ivonne que esa reflexión la escribí bajo un cansancio profundo y sin un pensamiento en mi mente sobre lo que habría de escribir. Por eso comencé hablando de los pensamientos del hombre, porque simplemente mi mente estaba en blanco, pero sí había tenido mi devocional con el Señor y mi espíritu seguía presto; quizás por eso comencé hablando de los pensamientos y ser iluminado en el espíritu. No hay duda de que en nuestra debilidad el poder de Dios se perfecciona. Luego cuando terminé la reflexión me di cuenta de que comencé y terminé hablando de los pensamientos y como sabía que había sido Dios quien me iluminó dentro de mi profundo cansancio, terminé dándole importancia a que le demos la Gloria a Dios por todo lo que hagamos.

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