Escucha bien,
Dios prefiere que hables con Él de tus frustraciones con la forma en que Él está bregando
contigo, a que te tragues tu descontento y crees un profundo resentimiento que
te amargue el alma. Él te persuadirá si
le hablas con respeto y cordura, aunque reflejes cierta frustración.
El enemigo de tu alma quiere hacerte creer que
Dios siempre va a bregar contigo a la brava.
Pero no es así, Dios es amoroso y comprensivo, pero tienes que creer que
Él es amoroso y comprensivo. El enemigo
de tu alma quiere hacerte creer que Dios siempre te mira con el fuete en mano y
el brazo alzado para pegarte al primer indicio de rebeldía, pero no, no es así,
sino que más bien es exactamente lo contrario.
¿Sabes qué?, Él está siempre dispuesto a perdonarte y tratarte con
cariño, dirigirte, consolarte, y enseñarte con amor el camino que debes tomar,
si te acercas a Él creyendo, aunque empieces el proceso discutiendo (levemente,
por supuesto, no te vayas a “esmandar”).
Dios es bueno. Repítelo varias
veces hasta que penetre en lo profundo de tus pensamientos y te convenzas de
que te ama y verás que te irá mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario