lunes, 29 de octubre de 2012

La mentira defiende a su anfitrión

La mentira es un pecado odioso.  La mentira se esconde y pasa por desapercibida porque se camufla dentro de la personalidad de la persona, actuando espontáneamente incluso para hacerse pasar por verdad.  La mentira defiende a su anfitrión porque si la descubren se queda sin hogar.  La mentira destruye familias, iglesias y pueblos.  La mentira hace mayor daño cuando la cultivan aquéllos que tienen puestos de autoridad, por eso procura aliarse con los líderes y les ofrece salidas fáciles a sus muchos problemas.  La mentira es abominable y los que la aman y la hacen no entrarán a la gran ciudad.  Cuídate de la mentira y no la practiques ni en su versión “light”.

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